Este mural lo realicé este verano en un campamento en el que participé como monitor. Los niños pintaron otros, más ortodoxos, y todos sirvieron como decoración para un teatro musical sobre un extraterrestre que al caer por accidente en la Tierra los seres humanos le mostraban lo mejor de nuestro planeta.
Debido a que pequeños intrusos invadieron mi cosmos, el cohete grande rojo no es de mi creación y algún planeta tampoco, pero en general dibujé y pinte el 80% de la obra. Los diversos elementos que conforman esta entropía, tan espæcial, consiguen desconcertar a los niños y niñas de entre 6 y 12 años.
Aunque a mi me gusta, y espero que algún día brille en el MoMA con luz propia, creo que estamos ante uno de esos casos en los que si se encuentra ésto el personal de limpieza lo arroja sin miramientos a la basura. Normal.
Debido a que pequeños intrusos invadieron mi cosmos, el cohete grande rojo no es de mi creación y algún planeta tampoco, pero en general dibujé y pinte el 80% de la obra. Los diversos elementos que conforman esta entropía, tan espæcial, consiguen desconcertar a los niños y niñas de entre 6 y 12 años.
Aunque a mi me gusta, y espero que algún día brille en el MoMA con luz propia, creo que estamos ante uno de esos casos en los que si se encuentra ésto el personal de limpieza lo arroja sin miramientos a la basura. Normal.